29/8/08

Reconquista Española (1814-1817)



Vencidas las fuerzas patriotas, los realistas intentaron restaurar el gobierno monárquico. Fernando VII estaba libre en España y comenzó a poner orden al desorden que había ocasionado su ausencia.
Después del Desastre de Rancagua, Mariano Osorio llega a la Capital como un héroe para los realistas. Una vez que tomó su cargo, cerró el Instituto y la Biblioteca Nacional, impuso nuevos y costosos impuestos (el 70,5% de los ingresos que recibía la Tesorería General de Santiago en febrero de 1814, estaba destinado a gastos militares), reinstaló la Real Audiencia, y una medida cruelmente escogida: el destierro de patriotas que intentaron lograr la independencia a la Isla de Juan Fernández, además de la confiscación de sus bienes (haciendas, casas, tiendas de comercio, cargas). En general, los culpados fueron acusados por haber formado amistades o tratos revolucionarios, ejercer cargos públicos, y haber participado en la toma de decisiones durante la revolución.





Destierro en Jaun Fernández, lámina de Claudio Gay

Reemplazando a Osorio, a fines de 1817, llegó Marco del Pont, siendo enviado por Fernando VII desde España.
Su gobierno fue violento al igual que el de Osorio, destacándose las acciones del ejército comandado por Vicente San Bruno, conocido como el cuerpo policial de los Talaveras, quienes persiguieron a patriotas sin darles descanso.
En 1814, San Martín tenía el cargo de gobernador en la provincia de Cuyo. Se dio cuenta de que las posibilidades de independizar a Argentina habían aumentado al recibir al ejército chileno. Esto se debía a que para asegurarla, Chile debía liberarse primero, para luego poder él, viajar al Perú para desalojar desde allí a los realistas.
O’Higgins y San Martín se aliaron, más no recibieron el mismo apoyo de Carrera, quien se negaba a seguir sus órdenes, por lo que fue enviado a Buenos Aires, para evitar más problemas.
Mientras Carrera trataba de darles valor a sus grados y títulos en territorio extranjero, San Martín argumentaba que era él la máxima autoridad de la provincia y que los chilenos eran recibidos en calidad de asilados, por lo que sus distinciones no tenían valor aquí.
Comenzó así la formación del Ejército Libertador en Mendoza. Entre los chilenos se destaca un joven entusiasta llamado Manuel Rodríguez, que sobresalió por su espíritu revolucionario en la Patria Vieja.
San Martín se percató de que él podría ser el emisario perfecto, por lo que lo comisionó para que viajara a Chile con el propósito de conseguir información y organizar montoneras que desorientaran al ejercito de Marco del Pont.
Para cumplir su misión y no ser apresado, adoptó curiosos e ingeniosos disfraces, como el de un borracho, un mendigo que le abrió la puerta al mismo gobernador, un religioso, etc.




            El Ejército de los Andes saliendo de Campamento del Plumerillo de José Bouchet

          • El Ejército Libertador:
            Entre las instrucciones dadas por Abascal a Osorio, estaba la de que una vez logrado el reordenamiento del territorio chileno, debía enviar tropas a Mendoza para que llegaran a ese lugar fuerzas del gobierno de Buenos Aires y así facilitar las operaciones realistas del Alto Perú.
            San Martín ignoraba esto, pero era obvio y se esperaba un ataque por parte de Osorio, por ello, redoblaron los esfuerzos para garantizar la seguridad de sus tropas y de Mendoza.
            A pesar de las muchas sospechas, el envío de tropas no se realizó.
            Se preparó un ejército de 4000 soldados, organizándose en el campamento del Plumerillo. Consiguieron armas, carretas, mulas, uniformes adecuados para atravesar la cordillera, alimentos (ganado, maíz, charqui, harina, etc.) medicamentos, entre muchos otros utensilios.



          • Manuel Rodríguez y los montoneros:
            Entre 11814 y 1817, realizó una serie de operaciones que tenían como propósito la “guerra de zapa” (acciones de hostigamiento para desorientar a las tropas enemigas) y reunir información útil sobre la situación e Chile (número y distribución de fuerzas realistas).


          Ilustración que representa el clásico momento referido en el
          anecdotario sobre Manuel Rodríguez.
          (Walterio Millar, Historia de Chile)



          Rodríguez coordinó otros grupos con intenciones similares a las de él, siendo muchos enviados también por San Martín. El carácter y espíritu aventurero del chileno, logró evadir audazmente a los realistas más de una vez, utilizando los medios menos esperados.
          Se dice que huyendo de un grupo del ejército de Talaveras, se escondió en un convento y él mismo, disfrazado de fraile, los guió por los pasillos del recinto. En otra ocasión, fingió ser un simple campesino ebrio, colocado en un cepo.


          • Cruce de los Andes y la Batalla de Chacabuco:
            El ejército andino dividió sus fuerzas para lograr un mejor avance y organización:
            - Juan Manuel Cabott y sus tropas salieron de San Juan a Coquimbo y La Serena (9 de enero de 1817)
            - Francisco Zelada partió desde La Rioja rumbo a Copiapó.
            - El coronel Ramón Freire cruzó por el paso del Planchón hacia Talca (14 de enero).
            - José León Lemus cruzó por El Portillo llegando a San José de Maipú.
            - Las dos tropas principales cruzaron por los pasos de Los Patos (bando de San Martín y O’Higgins) y Uspallata, saliendo desde Mendoza (18 y 19 de enero).
            Varios de las tropas lucharon en batallas al llegar a territorio chileno, otros en la misma cordillera. Entre algunas se pueden nombrar las batallas en:
            - Potrerillos (25 de enero)
            - Guardia Vieja (4 de febrero)
            - Las Achupallas (4 de febrero)
            - Las Coimas (7 de febrero)
            El 10 de febrero se unieron lo últimos dos ejércitos en la cuesta de Chacabuco, donde se definiría la suerte de la campaña.


          Cruzar los Andes fue difícil, pero valió la pena.


          Marco del Pont, alterado por la invasión, envió a Maroto, quien salió con sus tropas de Santiago esa misma noche, llegando a Chacabuco después de un día, con 444 hombres.
          El día 12, se produjo el gran enfrentamiento, siendo los realistas derrotados.
          En la capital, al recibir las noticias, cundió el pánico, el gobernador escapó rumbo a Talcahuano, ordenándoles a Maroto que enviara todas las tropas posibles desde Valparaíso. Se produjo un total desorden, tento en Santiago como en la retirada del ejército realista, y de personas que huían en naves que salían del puerto.
          La Batalla de Chacabuco es el hecho que marca el fin del período de la Reconquista, para dar inicio a la Patria Nueva.


          Batalla de Chacabuco de
          Pedro Bubercaseaux.

          1 comentario:

          Anónimo dijo...

          Me parece una entrada genial, realmente destacada inmersa en un blog de fecunda inspiracion al quehacer nacional.
          En primera instancia solo deseaba obtener unas imagenes, pero deguste con la lectura.
          Debido al hecho que soy un estudiante que esta seguro para seguir con los caminos de Chile, despues del bicentenario tenemos que ver las raices y en el espiritu de Fundacion de la Patria una buena ocasion se encuentra una buena ocasion para constatar la indentidad nacional y compararla con el sello nacional actual.
          Sin mas preambulos agradezco su blog y la posibilidad que tengo, de poder leerlo.